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¿Aerolíneas low-cost o regionales?

¿Aerolíneas low-cost o regionales?

por 11 junio, 2015

En la década de los 90 surgió en EE.UU el concepto de bajo coste en el transporte. Esto significaba prescindir de servicios y comodidades para abaratar el coste del viaje. Más tarde el término se expandió por Europa, donde tuvo una gran acogida.

Hoy en día, las compañías de bajo coste presentan una ocupación importante en la vida de los españoles. Cada vez más, la gente cuyos medios son limitados, puede permitirse viajar por un mínimo precio. Aquello de viajar pertenecía a clases sociales altas, todo un lujo, y hoy en día ha desaparecido.

Diferentes perfiles de viajeros elegirán una compañía u otra. Los “business man” suelen preferir compañías en los que se ofrezca todo tipo de servicios. Su prioridad es llegar al destino lo antes posible, cómodo, y bien atendido. Así que muchas compañías han tenido que dividir por precio y servicios y han clasificado por nombres los diferentes rangos en los que se puede viajar. Por ejemplo en “Norwegian airline”, las tarifas se dividen en “lowfare” que ofrece los mínimos servicios, tan solo el equipaje de mano. A continuación encontramos “Lowfare+”, que ofrece por un precio superior el equipaje facturado y la elección de asiento, y para los ambiciosos que buscan la plenitud de los servicios se encuentra la tarifa “Flex”, que dispone de un acceso prioritario, los cambios en el billete o la devolución del dinero, entre otras. Así pues, la mayoría de las compañías están dividiendo de esta forma sus tarifas, dándole la oportunidad al viajero de escoger su propia tarifa dependiendo de sus gustos y exigencias.

Las compañías regionales encuentran dificultad para seguir adelante a causa de las ofertas tan jugosas que presentan las “low-cost”. Diferentes compañías como “Ryanair”, o “Easy Jet”, poseen mala fama en cuanto al trato al cliente, sin embargo son compañías cuyos beneficios aumentan con el tiempo. Los servicios que ofrecen son mínimos, y la comodidad en los asientos dejó de ser algo prioritario, así como muchos otros factores. En cualquier caso, estas compañías ofrecen precios muy asequibles, en los que un vuelo Valencia-Santander puede costar 55euros, mientras que un vuelo con Iberia puede llegar a costar hasta 300euros. La calidad que se ofrezca en “Ryanair” no podrá ser comparable a la de Iberia, pero la elección es propia y perteneciente al viajero.

La calidad forma base del éxito en la mayoría de las ocasiones, pero ¿qué ocurre con el sector del transporte? La sociedad está dispuesta a prescindir de atenciones y pagar lo mínimo posible. Los comentarios que ofrecen los viajeros en las webs de compañías “low-cost” dejan mucho que desear, si su descontento es tal, ¿qué nos lleva a seguir contribuyendo en la economía de las compañías de bajo coste? En cierto modo, nuestro propio bolsillo y las exigencias impuestas por nosotros mismos.